¡Dios nos llama a soñar en grande!

Mientras Jesucristo estaba entre nosotros, se limitó deliberadamente a tres años de ministerio en Palestina (a una zona estrecha durante un tiempo breve) antes de morir y resucitar de los muertos para salvarnos.

Hoy, Cristo nos llama a ti y a mí, Sus embajadores, a soñar grandes sueños, porque todo el que crea en Él puede hacer las grandes obras que Él hizo (Juan 14:12-15). ¿Cómo es posible? La clave para esta promesa tiene dos aspectos.

Primero, como Cristo iba al Padre, enviaría al Espíritu Santo a vivir en nosotros. Ahora que el Espíritu vive en nosotros como creyentes, ¡Cristo hace sus obras a través de nosotros!

Segundo, Cristo añade una condición a Su promesa: «Todo el que crea en mí hará las mismas obras que yo he hecho». El Señor nos desafía a tener fe… no necesariamente a tener más fe, sino fe en Él. Esta es una fe constante. Una traducción del inglés lo expresa así: «El que continúa creyendo en mí, las obras que yo hago, él las hará también».

¿Estás esperando grandes cosas de Dios? Si es cierto que somos embajadores del Señor Jesucristo (2 Corintios 5:20), no podemos permanecer pasivos.

Sueña un poco. Imagina a los miles de millones que todavía no han escuchado el evangelio en esta generación. ¿Cómo podría usarte Dios para hablar de Cristo en el trabajo, la escuela, tu vecindario y más allá? Elabora planes de acción específicos. ¡Intenta grandes cosas para Dios hoy!